domingo, 1 de marzo de 2009

Papi me llamaba hijo

Hoy se cumplen cuatro meses desde la partida del Maestro, mi padre.
Quiero recordarlo con alegria, aunque se me llenen los ojos de lagrimas, quiero poner muchas flores en sus obras, o quiza alguno de ustedes pueda llevarlas.
Hace un año me avisò, que ya se iba, queria que le acompañara y supieran que podia continuar con su trabajo.
Me dijo "me voy a morir", le dije "Papi, no digas eso", pero èl lo sabia.
Quizà le hubiera gustado compartir mas con sus hijas, pero siempre hubo compromisos, estàbamos en Panama, èl acà.
Tuvo amigos que se volvieron compinches, en sus ultimos años, que le acompañaron y les agradezco el propòsito de mantenerlo activo, aunque nunca dejò de serlo.
Siempre se levantò al amanecer, a las 5 de la mañana a barrer el patio. No porque no tuviera quien lo hiciera por èl, sino porque le gustaba, lo hizo siempre.
Luego tomaba la manguera, regaba, y se ponìa a trabajar incansablemente.
Habìa que sacarlo a rastras del taller para comer, eso sì, como fuera un mote de queso, devoraba, a la noche repetia, y si quedaba desayunaba al dia siguiente, era un buen costeño.
A veces en la tarde comìa rosas, los mejores capullos, a mordiscos.
Amasaba barro, modelaba, limaba, lijaba, prendìa el soplete, hacia un molde, nos enseñaba de todo, no solo escultura, sabia cualquier cosa, todo lo conocia, todas las historias, todos los lugares, la gente mas interesante.
Para no confundir los nombres de algunas personas, les ponìa sobre nombres, decìa "cuando me llames di que es el pato Lucas" asì se acordaba, muchas veces llamo el pato Donald, el oso Yogui.
En fin, era genial, lo vi hacer tantas cosas maravillosas, una vez de visita en la catedral de Puerto Rico, encontramos al cardenal protestando porque los iconoclastas quemaron las imagenes antiguas y mandarlas a España a restaurar tardaba mucho tiempo, pues èl intervino y se presentò, no solo restaurò las virgenes, sino las tres iglesias mas importantes de San Juan Viejo en su totalidad.
Descubriò la pintura al temple mas antigua de america latina, el acta de defunciòn de Ponce de Leòn, pelò las paredes que los monjes habian repeyado y descubriò arcadas de piedra,maravillosas.
Yo tenìa por ese entonces 8 años y siempre estaba acompañandolo, entonces me puso la càmara en las manos y mientras el excabava y levantaba polvo, yo me hice fotògrafa,son tantos momentos para recordar.
El era muy chistoso, sobretodo por lo exagerado, mamador de gallo y buen amigo.
Siempre fue un caballero, cultìsimo, pero lo mas lindo fue que me dejò dormir a su lado, cogiendole el codo, mientras yo chupaba dedo, durante once años.

2 comentarios:

  1. Siento mucho la partida de tu padre, pero eso demuestra que fuistes una gran hija y de seguro eres una gra mujer...
    Besos

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